Este antiguo palacio se encuentra justo al lado de las Torres de Serrano y del famoso 'Miguelete' (para ir bien te tiene que gustar lo gótico y el repicar de las campanas).

El desayuno del hotel es lo que necesitas para despertarte de buen humor. Después de una sesión de turismo, relájate en el acogedor bar del hotel con un delicioso cóctel (o dos).

Estás a dos pasos del Mercado Central de la ciudad y de la Catedral de Valencia, lo que significa que no tardarás nada en volver al hotel para disfrutar de una buena ración de sol en la piscina.

Quedarás impresionado tan solo con poner un pie en el deslumbrante lobby. ¡Y espera a ver el patio interior!